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Qué son los RAEE, cómo los identifico y qué hago con ellos


Los RAEE son residuos de aparatos eléctricos y electrónicos que han llegado al final de su vida útil procedentes tanto de hogares particulares como de usos profesionales. Este tipo de residuos son cada vez más frecuentes en nuestra vida diaria y debemos darles el tratamiento correcto, ya que nunca deben depositarse en los contenedores habituales de calle o dejarlos en la vía pública.

Móviles, tablets, ordenadores portátiles, microondas, secadores de pelo, planchas o batidoras, entre otros elementos, son algunos de los productos que renovamos constantemente por nuevos aparatos porque los antiguos han dejado de funcionar o porque buscamos uno con mejores funcionalidades. Pero este tipo de residuos también debemos gestionarlos correctamente, al igual que hacemos con el vidrio, el plástico o el cartón.

Aunque es muy importante para su correcta gestión saber identificar un residuo de aparato eléctrico y electrónico (RAEE), y existen dos formas muy sencillas para detectar saber si estamos ante un RAEE. Por un lado, si para funcionar ha necesitado pilas, baterías o estar enchufado a la corriente eléctrica. También puedes comprobarlo a través de este símbolo que puede aparecer en el manual de instrucciones, en la caja, en el etiquetado o en el propio producto.

El Real Decreto 110/2015 sobre RAEE agrupa este tipo de residuos en 7 categorías y que a continuación te mostramos:Aparatos de intercambio de temperatura

1. Aparatos de intercambio de temperatura

En esta categoría podemos encontrar aparatos tan comunes como frigoríficos, congeladores, aparatos de aire acondicionado o radiadores de aceite, entre otros.

2. Monitores, pantallas y aparatos con pantallas de superficie superior a los 100 cm²

En esta categoría el Real Decreto agrupa las pantallas, monitores, ordenadores portátiles, incluso tipo “notebook”, todos ellos con una superficie superior a los 100cm².

3. Lámparas

Lámparas fluorescentes rectas, lámparas fluorescentes compactas, lámparas fluorescentes, lámparas de descarga de alta intensidad, incluidas las lámparas de sodio de presión y las lámparas de haluros metálicos, lámparas de sodio de baja presión y lámparas LED. Recuerda que las de filamento y las halógenas no son reciclables.

4. Grandes aparatos (con una dimensión exterior superior a 50 cm)

Seguro que alguna vez has tenido que cambiar la lavadora o el lavavajillas, pues junto a otros aparatos como las secadoras, los hornos eléctricos, los aparatos de reproducción de sonido o imagen, grandes impresoras, grandes máquinas tragaperras, entre otros, son considerados RAEE y pertenecen a la categoría 4.

5. Pequeños aparatos (sin ninguna dimensión exterior superior a 50 cm)

Por otro lado, los pequeños aparatos cuya dimensión exterior no superen los 50 cm también serán un RAEE cuando dejen de funcionar. Tales como aspiradoras, máquinas de coser, planchas, tostadoras, juguetes eléctricos o electrónicos, relojes o calculadoras, entre otros.

6. Aparatos de informática y de telecomunicaciones pequeños (sin ninguna dimensión exterior superior a los 50 cm)

Seguro que guardas algún teléfono móvil en un cajón y seguro que ya no vas a volver a usarlo, no lo almacenes, recíclalo. Este es uno de los RAEE que se incluyen en la categoría 6, junto a GPS, calculadoras de bolsillo o cartuchos de impresión y tóner con partes eléctricas, considerados estos últimos RAEE desde mediados de 2018.

7. Paneles fotovoltaicos grandes (con una dimensión exterior superior a 50 cm)

Según se establece en el anexo III del real decreto, la Directiva de 2012 reduce estas categorías a 6 pero se ha considerado adecuado separar los paneles fotovoltaicos en una nueva categoría dada la singularidad de este tipo de aparatos, de larga vida media y perfil profesional para que no distorsione las cuotas y objetivos de recogida anuales del resto de aparatos eléctricos con características más similares.

¿Y qué hacemos con estos viejos aparatos que ahora son un RAEE? Existen varias opciones para depositar los RAEE una vez que han llegado al final de su vida útil, y todas son gratuitas:

1. Los puntos de venta de los distribuidores o tiendas.

2. Las instalaciones de recogida de las Entidades Locales.

3.  Las redes de recogida de RAEE domésticos establecidas por los productores.

4.  Los gestores autorizados para la recogida de RAEE.

5. Entidades sociales sin ánimo de lucro.

Ahora que ya sabes qué es un RAEE, cómo identificarlo y qué hacer con ellos, solo te queda hacer limpieza en casa y llevar a reciclar todos aquellos aparatos que ya no usas. Esta primavera, ¡renuévate y recicla!