Esta semana celebramos el Día de la Diversidad Biológica, concretamente el viernes 22 de mayo. Por este motivo, hoy traemos un post qué explica cómo afecta el Cambio Climático a la Biodiversidad, una de las preocupaciones principales para el medio ambiente.
Si nos remitimos a la propia definición de biodiversidad hace referencia a la variedad de formas de vida en el planeta, incluyendo los ecosistemas terrestres, marinos y los complejos ecológicos.
Sin embargo, el Cambio Climático está provocando una variación en estos ecosistemas por el aumento de las temperaturas, sequía, precipitaciones o eventos climáticos extremos. La consecuencia es que las especies animales y vegetales no pueden adaptarse con rapidez.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 60 % de los ecosistemas mundiales están degradados o se utilizan de manera insostenible; el 75 % de las poblaciones de peces están sobreexplotadas o significativamente agotadas, y desde 1990 se ha perdido el 75 % de la diversidad genética de los cultivos mundiales. Además, casi 13 millones de hectáreas de selva tropical se talan cada año1 y el 20 % del arrecife de coral mundial ha desaparecido ya, mientras que el 95 % correrá peligro de desaparición o daño extremo en 2050 si no se consigue frenar el Cambio Climático.
¿Qué hace la Unión Europea para proteger la Diversidad Biológica?
En la Unión Europea, tan sólo el 17% de los hábitats y especies y el 11% de los ecosistemas clave protegidos por la legislación europea se encuentran en estado favorable.
Por este motivo, se ha emprendido la Estrategia para la Diversidad de la UE para 2020 con el objetivo de detener la pérdida de la biodiversidad y la degradación de los servicios ecosistémicos en la UE para el año 2020 y una visión hacia 2050, año en el que la diversidad biológica de la Unión Europea y los servicios ecosistémicos que ofrece deben estar protegidos, valorados y restaurados.
Comprende seis objetivos prioritarios y 20 acciones que abordan los principales factores de pérdida de biodiversidad y que buscan reducir las presiones más importantes que soportan la naturaleza y los servicios de los ecosistemas, integrando los objetivos de biodiversidad en políticas sectoriales clave:
- La plena aplicación de la legislación europea sobre naturaleza con el fin de proteger la biodiversidad.
- Una mejor protección de los ecosistemas, y un mayor uso de la infraestructura verde.
- Más agricultura y selvicultura sostenibles.
- Una mejor gestión de las poblaciones de peces.
- Controles más estrictos sobre las especies exóticas invasoras.
- Una mayor contribución de la UE en la lucha contra la pérdida de biodiversidad mundial.
Estos objetivos ven el Cambio Climático como una amenaza a combatir para preservar la biodiversidad y, por tanto, refleja la urgencia de tomar acciones y políticas concretas en cada sector.
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