El proceso de gestión del residuo comienza en el momento en el que el aparato eléctrico y electrónico es desechado, recogido y transportado para su almacenaje y posterior tratamiento, y finaliza una vez obtenidas las materias primas a partir de las cuales se podrán fabricar nuevos AEE, u otros productos para su puesta en el mercado, es decir, su nueva introducción en el ciclo de vida del producto.
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